Orgonangel

Esta semana pasada la he aprovechado para pasar unos días con la que creo que ya puedo considerar amiga, Mari Carmen Lozano, creadora de Orgonangel.


Desde que la descubrí por Youtube sentí la necesidad de comunicarme con ella. Me maravillaba su trabajo con las orgonitas y ya en un principio contacté con ella porque me pareció una persona auténtica. Le escribí contándole mis dudas sobre los beneficios o no de las orgonitas, pues había leído mucha información sobre ellas y también mucha desinformación. Fue tal su amabilidad al contestarme que no dudé en comentarle que me gustaría charlar con ella, ir a su taller y pedirle que me resolviera dudas. Noté que de corazón me brindaba el ir a visitarla cuando quisiera, y así poder resolver todas las dudas que fueran necesarias.
Pasó más de un año hasta que se dio la oportunidad de hacer el viaje para verla. Pero en cuanto se dio no me lo pensé ni un minuto y dicho y hecho. Las fechas nos iban bien a las dos, con lo cual el viernes pasado estaba en la puerta de su casa.
Me recibió con los brazos abiertos. Allí conocí unas personas maravillosas, respetuosas, siempre con la sonrisa en la boca y unos animalitos muy cariñosos.
Pasamos muchos ratitos en el taller de Mari Carmen, hablando sobre la energía orgónica y resolviendo dudas, no sólo en lo que se refiere al funcionamiento, sino también a la forma de realizarlas, tanto material como energéticamente. También me enseñó el funcionamiento del Pen-Keshe y me demostró en mi propia persona su efectividad.


elaborando un péndulo

Fueron un par de días intensos pero que me supieron a poco. Yo todavía tengo que asimilar lo revelado, pues Mari Carmen investiga a fondo lo que hace y sabe muy bien lo que se trae entre manos.
Así que espero que, a pesar de la distancia (hoy en día ya no hay tanta gracias a Internet), podamos continuar nuestra recién estrenada amistad, y nos podamos volver a ver pronto, aunque para la próxima vez le ofrezco mi taller y mi casa.

Como he dicho, un lujazo haberla conocido y espero no tardar mucho en volver a encontrarnos.