¿POR QUÉ HACER
JABONES?
Puesto
que tenemos tantos tipos de jabones en el mercado, ¿por qué hacerlos en casa?
Hay
varias razones:
- Podemos tener jabón, líquido o sólido, para lavar la ropa, hecho por nosotros, a bajo precio, aprovechando los aceites y grasas que no habrá que llevar a la planta de reciclaje o tirarlos por el desagüe.
- No contaminaremos el medio ambiente con tensioactivos y otros productos contaminantes.
- A bajo coste podemos hacernos jabones, incluso gel de ducha y champú, que no sean peligrosos para la salud.
Actualmente
existen alrededor de unos seis mil componentes químicos permitidos y no
controlados. Parece ser que los más peligrosos o los potencialmente más
peligrosos son los siguientes:
- Lauril Sulfato de Sodio
- Triclosán
- Formaldehídos
- Parabenes…
Por
todo esto: ¡¡¡HAGAMOS JABÓN!!!
CONSIDERACIONES PREVIAS
¿Por
qué el jabón hecho con aceites y/o grasas saca la suciedad?
Por la SAPONIFICACIÓN , que
es el proceso que convierte la grasa o el aceite en jabón limpiador.
La
saponificación no es otra cosa que una reacción química que consiste en:
SOSA (NaOH) o
POTASA (KOH) (un álcali)
+
AGUA
=
JABÓN +
GLICERINA
Aún
así, hacer jabón no es del todo sencillo.
Necesitamos
conocer unos parámetros que nos ayuden para que la saponificación se lleve a
cabo correctamente. Si no, podemos tener un jabón demasiado blando, o una masa
cáustica completamente inservible.
Por
eso, conviene conocer unos cuántos parámetros y proporciones. Estos parámetros
son el que se conoce como “Tablas de saponificación”
Para
saber cuanta sosa hace falta para saponificar una cantidad de grasa concreta,
sólo hay que multiplicar esta cantidad por el valor correspondiente que aparece
en la tabla.
Así,
por ejemplo, para saponificar totalmente 100 g de aceite de oliva (parámetro 0,134) hay
que multiplicar 100 x 0,134 = 13,4
g de sosa.
Y,
además, también tenemos que calcular la cantidad de agua que necesitaremos para
hacer la disolución de la sosa.
Calcular
el agua es sencillo. La cantidad de sosa la multiplicamos por 2,33. Así
obtenemos la cantidad de agua necesaria: 31,22 g de agua.
Normalmente
se deja una cantidad de aceite sin saponificar, por lo cual se pone algo menos
de sosa de la que corresponde. A esto se le llama sobreengrasado. Normalmente
el valor oscila entre un 8 y un 10% y la concentración de la sosa en el agua
puede oscilar entre un 25 y un 30% o más.
Pero creo
no hay que complicarnos tanto la vida. Hay unas maravillosas calculadoras
online que nos calculan ellas solitas todo lo necesario para hacer un buen
jabón. (Nos dicen la dureza del jabón, la espuma que nos dará, la limpieza, la
permanencia, etc. E incluso nos informan de los ácidos grasos que contienen
nuestros aceites y su tanto por ciento a la receta). ¿Hay alguien que todavía
no conozca la calculadora de “Mendrulandia”?
Mendrulandia es una página web
maravillosa dedicada a la elaboración de jabón, cremas, y demás artes
creativas, pero sobre especializada en jabones (no hay que dejar de visitar su foro).
AHORA SÍ…
EMPEZAMOS…
¿QUÉ
NECESITAMOS?
Antes
de que nada, medidas de seguridad:
- Guantes de goma
- Mascarilla
- Gafas protectoras
- Bata o delantal para no ensuciarnos
MATERIAL
Todos
los enseres tienen que ser de cristal, plástico o acero inoxidable, nunca de aluminio, cobre o hierro.
- Balanza de precisión
- Jarras medidoras
- Batidora eléctrica
- Espátulas
- Molde
- Termómetro (opcional)
PASAMOS A LA ACCIÓN
Una
vez ya calculados los ingredientes preparamos la disolución de la sosa con el
agua. Importante: echar la sosa en el agua, nunca al revés. Hay que tener
cuidado, pues mucha temperatura. Cuando la sosa esté muy disuelta, dejarla
enfriar.
Mezclamos
los aceites (si usamos aceites sólidos se tendrán que calentar para disolver -a
baño María o microondas hasta que estén disueltos-).
Cuando
tengamos la disolución de la sosa y los aceites a la misma temperatura (unos
40º), podemos empezar a hacer el jabón. Normalmente añadiremos la sosa a los
aceites despacio, y batiremos como si hiciéramos mayonesa. Cuanto más caliente
esté el aceite, antes llegaremos a la traza,
que es cuando la mezcla coge consistencia de mayonesa (un poco líquida) y al
levantar la batidora dejamos una “traza”. Si hacemos jabón para limpiar la
ropa, será el momento de enmoldarlo. Si hacemos jabón de manos o para el
cuerpo, será el momento de añadir los aceites esenciales, los aditivos o los
aromas. Podemos dividir la mezcla en dos, o más, y añadir color. Esto ya va a
gusto e inspiración de cada cual. Y enmoldarlo.
Normalmente,
hay que abrigar el jabón y dejarlo reposar unas 24 horas. Después, lo
desenmoldaremos y lo cortaremos, antes de que se endurezca demasiado.
¡¡Y
ya hemos terminado!!
Espero
que haya sido interesante. Y para no dejar el post sin una receta, aquí van dos
de muy sencillitas.
RECETA DE JABÓN
PARA LA ROPA
• 1 kg de aceite de oliva
reciclado
• 181 g sosa
• 460 g agua (-25% sobreengrasado
y 28% concentración)
Nota:
si el aceite reciclado lleva mucha agua, hay que rebajar un poco los 460 g de agua.
(receta
para unos 1600 g
de jabón)
RECETA
DE JABÓN DE OLIVA VIRGEN Y KARITÉ
• 400 g de aceite de oliva
virgen
• 100 g de aceite de coco
• 100 g de manteca de karité
• 20 g de aceite de ricino
• 80 g de sosa
• 190 g agua (8% de
sobreengrasado y 28% concentración)
• 30 g fragancia o aceites
esenciales (he descontado un poco de agua para compensar el peso de los aceites
esenciales o fragancias).
(para
unos 1000 g
de jabón)
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