Anticipo a un próximo vídeo: realización de una crema antiaging (1a. parte)

La idea es grabar o bien mañana, o pasado, dependiendo del tiempo del que disponga, un vídeo realizando una crema casera antiaging. Haré unos 200 gramos, pues alguna de mis amigas ya me han pedido un tarrito. Nunca hago mucha porque me gusta ir variando los ingredientes; pienso que así nuestro rostro no solo no se acostumbra a una composición concreta sino que, además, al ir variando los aceites (siempre adecuados a nuestra piel), y los esenciales, le vamos aportando nuevos beneficios a la piel.
Esta crema la podremos usar tanto de día como de noche, según nuestra preferencia.

Esta crema la hice con infusión de hibiscus,
de ahí el color rosadito (foto de archivo)

Antes de hacerla creo que es importante recordar un poco la parte teórica. Vamos a ello.

Una crema se compone principalmente de dos fases: una acuosa, y otra oleosa, más una tercera, si queremos, que son los activos, que serán los que añadirán alguna característica especial a nuestra crema. 
Vamos paso a paso.
La parte acuosa puede estar formulada bien con una infusión, o una decocción, o simplemente agua mineral o destilada, o con un hidrolato (que será nuestro caso). Normalmente la proporción acuosa suele rondar entre el 55 y el 70 por ciento de la crema.
La parte oleosa la compondrán los aceites que vamos a utilizar, según sus propiedades (entre un 30 a un 45 por ciento del total), con el emulsionante incluido.
El emulsionante lo que hace es que o bien el aceite se disperse en el agua, o bien sea el agua el que se disperse en aceite. En realidad, estos dos elementos nunca llegan a mezclarse, por lo que hemos de usar un emulsionante para que la crema no se desfase y nos encontremos por un lado el aceite y por otro el agua. La mayoría de emulsionantes que encontramos en el mercado hacen que sea el aceite el que se disperse en el agua, de ahí que en las especificaciones del emulsionante nos indique que hace emulsiones O/W (oil/water) o lo que es lo mismo, aceite en agua. Si fuera al revés, encontraríamos la indicación W/O (agua en aceite).
Y por último tenemos la parte de los activos (no debe sobrepasar el 10 por ciento del total de la crema, y está compuesta precisamente por los activos que pensamos que puedan ir bien a nuestra piel (vitaminas, elastina, colágeno, ácido hialurónico, extractos o tinturas y normalmente aceites esenciales o fragancias (yo siempre uso aceites esenciales, por sus propiedades).
Así que lo importante es no sobrepasar el 100 por cien entre las tres partes o fases de la crema. Está bien, por ejemplo, un 60, un 35 y un 5, pero se puede variar un poco, como comento más arriba.
¿Qué más tenemos que tener en cuenta para que una crema nos salga bien? Pues si no queremos que se nos estropee pronto, tendremos que poner algún conservante (incluso si hemos hecho una infusión o una decocción, también hay que poner conservante en la fase acuosa). Y por último será conveniente medir su PH para que no nos irrite la piel. El PH ideal para el rostro está entre el 5,5 y el 6,5, así que entre estos dos rangos estará el PH ideal. Existen en el mercado unas tiritas medidoras de PH. Y si la tira reactiva nos indica que el PH es alto (más del 6,5) lo podemos bajar con ácido láctico o ácido cítrico, mientras que si está bajo (menos del 5,5) se puede subir con un poco de bicarbonato disuelto en un poquito de agua destilada. Y no debemos pasarnos, lo echaremos casi gota a gota y comprobaremos; es mejor ir aumentando la dosis poco a poco, que no tener que contrarrestar.

Bueno, ahora queda la formulación de la crema, pero para esto tendréis que esperar a la siguiente parte, una vez publicado ya el vídeo en mi canal de Youtube .

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