Sentirse bien


Vamos a empezar aquí una serie de artículos que pienso que pueden ser interesantes más que nada porque nos pueden ayudar a tomar, si cabe, más conciencia de nosotros mismos. Seguramente no soy yo la mejor persona para dar lecciones sobre estos temas, ni es ésta mi intención, pero como personalmente me interesan para poder sentirme mejor conmigo misma, he ido leyendo, investigando y poniendo en práctica, o al menos intentándolo, diversas ideas sobre cómo sentirse mejor con uno mismo, que, en el fondo, es lo mejor que puede pasarnos en la vida: sentirnos bien con nosotros mismos y con el universo entero, ¿no?
Primera cuestión y creo que importante:
¿Cuántas veces al día nos dedicamos a nosotros mismos? Evidentemente podríamos decir que nos dedicamos casi todo el día a nosotros mismos, pero si nos paramos a pensar nos damos cuenta de que no es así ni de lejos. Realizamos las cosas por rutina y casi siempre sin pararnos a observar qué estamos haciendo y si lo que hacemos nos hace sentir bien o no. Intentaré explicarme.  
Desde que despertamos por la mañana hasta que volvemos a dormirnos por la noche pasan muchas horas, y hacemos un sinfín de tareas, incluso se ha llegado a calcular que por nuestra mente pueden llegar a pasar al día unos 60.000 pensamientos. ¿Y cuántos de esos tienen que ver con nuestro Yo interior? Pocos, poquísimos, por no decir que a veces ninguno, no tenemos tiempo, vivimos estresados. Normalmente cuando estamos en el trabajo estamos al cien por cien (o al menos deberíamos para poder rendir bien en ese trabajo). Y es eso, estamos con el trabajo, no estamos con nosotros mismos. ¿Nos paramos a pensar cuántas veces hacemos el ritual de la ducha pensando en lo que tenemos que hacer durante el día y no dedicando ese mismo ritual a nuestro cuerpo, que es quien debe agradecerlo más? Parecerá una tontería, pero el simple hecho de entrar en la ducha y dedicarnos sólo a sentirnos bien y a energetizar nuestro cuerpo, o al contrario, a pensar que en ese acto podemos relajarnos si estamos tensos, nos hace enfrentarnos a nuestro día a día de distinta manera. Haced una prueba. Si cuando os levantáis, por ejemplo, sabéis que vais a tener un día ajetreado, por ejemplo, y os sentís con pocas fuerzas, cerrad los ojos e imaginad que el agua que sale de la ducha es de color naranja. Os hará sentir más vitalizados. Ya me lo contaréis. Yo he hecho la experiencia y será por sugestión o no, me funciona. De la misma manera, si necesito tranquilizarme, imagino que el agua es de un tono azul celeste o violeta. Y también funciona. ¿Será cierto que la
cromoterapia funciona? Estoy convencida de ello. Y ahondaré en el tema en otro momento. Bueno, he puesto el ejemplo de la ducha porque es un tiempo normalmente en que solemos estar a solas, aunque no siempre pensando en nosotros mismos.
Otro momento interesante del día en que se puede estar a solas con nosotros mismos es en el momento de despertar. Poner el despertador unos diez minutos antes de tener que levantarse y poder dedicarlos a tener pensamientos positivos ayuda a empezar bien. Por ejemplo, se puede decidir: “voy a vivir el día plenamente, sin preocuparme por la forma en que voy a solucionar todos mis problemas en este día; sólo voy a ocuparme de lo que realmente tenga valor hoy”, o de otro estilo: “hoy voy a rodearme sólo de personas, lugares y situaciones que me van a ayudar a sentirme bien conmigo misma y con los demás”, aunque ésas sean las personas con las que convivimos día a día, minuto a minuto y que muchas veces nos hagan sentir mal. En realidad, ellos sólo son el reflejo de nosotros mismos. Si nos hacen estar mal, no son ellos los que están mal, somos nosotros aunque no queramos darnos cuenta. Por lo tanto, si decidimos tener sólo pensamientos positivos (aunque eso nos cueste mucho) nuestro día cambiará y nos sentiremos mucho mejor.
Bueno, seguiremos en otro momento.  Hay un sinfín de cosas por decir sobre la autoestima, por ejemplo, o sobre como sentirnos a gusto en nuestra propia casa, que no siempre es fácil…  Y más temas que espero irán saliendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario