Vamos a continuar con el
tema de las propiedades cosméticas de algunos alimentos. Antes de seguir, un
inciso para indicar que no debemos tomar únicamente en cuenta si el cosmético
lleva tal o cual propiedad, sea la que sea; lo importante realmente es que el
producto sea de origen orgánico, sin conservantes ni aditivos químicos. Cuando se
habla de cosmética orgánica, se trata de
productos de belleza y cuidado para la piel que no contienen entre sus
ingredientes parafinas o sucedáneos del petróleo, como las cremas tradicionales
que pueden dejar una textura suave en la piel, pero cuyos efectos secundarios
son nocivos para el cutis y por su formulación hacen necesaria su continua
aplicación.
Se consideran orgánicos
los productos cuyas formulaciones usan materias primas de origen natural, como
grasas vegetales, ceras, extractos vegetales y aceites esenciales procesados orgánicamente sin la utilización
de aditivos químicos en su preparación.
Hecha ya esta aclaración,
continuaré con la relación de algunas propiedades cosméticas de frutos,
hortalizas e incluso cereales.
Fresa: por su acidez y su poder astringente, la fresa cierra los poros y elimina
los puntos negros. Poseen propiedades revitalizantes y antioxidantes. Las
fresas contienen un 85% de agua y son fuente de muchas vitaminas y minerales
tales como vitamina C, E, ácido fólico, calcio, yodo, fósforo, magnesio, hierro
y potasio.
Kiwi: esta fruta destaca por sus propiedades astringentes, que nos ayuda a
eliminar impurezas y el exceso de grasa en la piel. Hasta ahora, el fruto y el
aceite de la semilla eran conocidos ingredientes cosméticos. Recientemente, se
ha utilizado el extracto de la hoja de kiwi en la formulación de cremas para el
contorno de los ojos y los labios. Al parecer, este extracto hidrata y regenera
la piel, con lo que se evita la degradación del colágeno.
Limón: cada vez son más los productos de belleza, como las cremas o jabones, que
incluyen el famoso ácido cítrico. Es un potente exfoliante para piel rugosa y
áspera como la de los pies y codos. Resulta ideal mezclar un poco de zumo, con
sal o azúcar, aplicarlo y notar el efecto de arrastre de impurezas. No obstante,
hay que tener mucho cuidado de no mezclarlo con cremas o lociones que vayamos a
aplicar en zonas que no estén protegidas del sol, ya que podríamos provocar
manchas en nuestra piel.
El limón es un buen
desinfectante y yo lo uso como esencia en el desodorante.
Mango: Es muy rico en vitamina A y se utiliza mucho en dentífricos. Posee un alto porcentaje de carbohidratos, ácidos
orgánicos, grasas, minerales, pigmentos, taninos, vitaminas y compuestos
aromáticos. Los carbohidratos regulan la pérdida del agua en la epidermis, son
activos higroscópicos, es decir, tienen la capacidad de absorber el agua y por
tanto favorecen el mantenimiento hídrico del estrato córneo de la piel. Algunos
de sus compuestos forman una película muy delgada sobre la piel que impide la
pérdida del agua y evita la deshidratación cutánea. Dada su riqueza en
carbohidratos, alfahidroxiácidos, vitamina C y, mayormente, por el contenido ya
nombrado de vitamina A, este fruto tiene propiedades antioxidantes, lo que
significa que es capaz de neutralizar los radicales libres y defender al
organismo del ataque a sus células. La niacina, otro de los componentes del
mango, junto a los carbohidratos y las vitaminas A y C, también contenidas en
este fruto, son fundamentales en la actividad de síntesis del colágeno.
Manzana: esta fruta es un excelente regenerante de la piel. Por sus propiedades astringentes, la manzana
se ha usado desde la antigüedad para elaborar mascarillas faciales, con el fin
de eliminar impurezas y reafirmar la piel. Tiene propiedades suavizantes,
antisépticas, refrescantes y antioxidantes. Estas propiedades antioxidantes se
deben a sus elementos fitoquímicos, entre otros, polifenoles, flavonoides, antioxidantes que neutralizan los radicales
libres. Tiene la particularidad de retener agua gracias a la pectina que
contiene. Por otro lado, el vinagre de manzana se utiliza como antiséptico y
para neutralizar la alcalinidad de algunos componentes cosméticos. Recordemos
que el PH de la piel debe estar entre 5,5 y 6, con lo cual, si se fabrican
recetas caseras es importante controlar el PH de las combinaciones.
Melón: es muy rico en vitaminas A y E y muy refrescante para la piel. Por sus
propiedades emolientes, descongestionantes e hidratantes, el fruto del melón
está indicado en la preparación de productos cosméticos específicos para pieles secas, deshidratadas, irritadas. Una
buena mascarilla de belleza consiste en aplicar sobre la cara la pulpa del
melón triturada y colocada sobre una gasa. Este es un tratamiento muy eficaz
cuando la piel se ha sobreexpuesto al sol y queda deshidratada y enrojecida.
Naranja: Es rica en vitamina C, beta-caroteno y bioflavonoides. Contiene, además,
pequeñas cantidades de las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y E. También es rica en
sales minerales como el potasio, calcio y fósforo.
Sus ácidos eliminan las
células muertas; tiene efectos astringentes que controlan la producción de
grasas. Se suele utilizar bastante en la fabricación de champús.
Si observamos las
propiedades cosméticas del aceite esencial de naranja encontramos entre otras
la de tonificar, produce un efecto calmante, hidratante y astringente.
Piña: la pulpa de esta fruta contiene una enzima útil a la hora de eliminar las
células muertas, además de ayudar a disolver la grasa y mantener los poros limpios.
Dicha enzima es la bromalina. Esto quiere decir que la piña no es sólo útil
para la eliminación de las células muertas, sino que se convierte en una fruta
ideal a la hora de exfoliar la piel del rostro. Es una excelente compañera en
las mascarillas para la cara.
Plátano: contiene potasio, que nutre y desintoxica. Rejuvenece el cutis. Se puede
aplicar como mascarilla, simplemente cortando rojas de plátano y colocándolas
sobre la piel, o bien realizando una pasta con yogurt y miel.
Pomelo: posee un ácido energético rico en vitamina C, que es muy revitalizante y
refrescante. Gracias al pomelo se pueden obtener cremas con alto contenido en
tónicos desintoxicantes, que ayudan a eliminar las impurezas de la piel y le
aportan luminosidad, fuerza y vitalidad.
Sandía: contiene una gran cantidad de ácido fólico, y es una excelente
limpiadora. Cuenta con una gran cantidad de antioxidantes, vitaminas y
minerales esenciales que ayudan en el cuidado de la piel. Se puede elaborar un
excelente exfoliador mezclando en media taza de jugo de sandia media cucharada
de avena molida. Hay que dejarla actuar sobre el rostro durante unos diez
minutos. Luego se retira con agua mineral. Observaremos que la piel queda
tersa, fresa y rejuvenecida.
En otra ocasión
continuaremos con lo mejor de las hortalizas y cereales para nuestra belleza.
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