Vídeo en el canal de Youtube: cómo hacer una crema natural para pieles sensibles y maduras (2ª parte)

Hola, hola, os voy a remitir a mi anterior post, donde explicaba que iba a realizar una crema facial antiaging. Al final del post encontráis el vídeo de la realización y podéis verlo en Youtube.
En ese otro post explicaba que la crema se compone principalmente de una fase acuosa, otra oleosa, con su emulsionante, y otra de activos o aditivos. Si queremos una crema más o menos fluida jugaremos con los tantos por ciento. 
En mi crema he utilizado una infusión de agua de rosas, hecha con cafetera, a la que he añadido un conservante para que no se estropee. El agua de rosas es antiinflamatoria, refrescante, y nos aporta vitamina C. 
Iba a usar ácido hialurónico de bajo peso molecular, también en la fase acuosa, y para ello hidraté 0,5 gramos de ácido hialurónico en 10 gramos de agua destilada, pero al final se me quedó en la mesa y no lo integré en la crema. 
Si miramos la crema en tantos por ciento, la fase acuosa es un 60 por ciento, y como hice 200 gramos, pesé 110 gramos de agua de rosas, por lo que me faltaron los 10 gramos para dicho 60 por ciento.
En la parte oleosa utilicé:
-15 gramos de aceite de sésamo, que es un poderoso antioxidante y regenerante.
-15 gramos de aceite de jojoba, que aunque parezca de tacto graso nos protege de la deshidratación extrema y reduce la pérdida de agua en las capas superiores de la piel. Es reequilibrante del sebo cutáneo, y mantiene la elasticidad de la piel. Ejerce una acción antiinflamatoria y estimula la circulación y oxigena la piel.
-10 gramos de semilla de uva,que también nos ayuda aprevenir el envejecimiento cutáneo y reequilibra la pérdida y la absorción de la humedad de la piel.
-10 gramos de aceite de nuez de macadamia que nos ayuda a regenerar la piel y estimula la circulación local; además que nos da una ligera protección frente a los rayos del sol.
-8 gramos de aceite de semilla de granada (termolábil, es decir que pierde propiedades con el calor excesivo), que es un gran antioxidante y calmante, y nos aporta hidratación.
Como emulsionante he utilizado el Olivem 1000, que nos ayuda a tener emulsiones muy hidratantes.
La fase oleosa es el 35 por ciento del total de la crema. Y exceptuando el aceite de semilla de granada, pondremos al baño maría los aceites con el emulsionante para calentarlos y que se disuelva el Olivem 1000. Reservaremos para el final el aceite termolábil. Y también calentaremos en el baño maría el agua de rosas, porque los dos componentes de la crema han de estar más o menos a la misma temperatura (unos 60 o 65 grados).
Empezamos a batir y ya cuando la crema esté más fría (hice un baño maría inverso, con hielo), añadimos los activos para terminarla (un 5% restante). Los activos nunca pueden sobrepasar el 10 por ciento del total de la crema.
- 2 g de vitamina C
- 1,5 g de proteínas de seda
- 1,5 g de colágeno líquido
- 1 g de coenzima Q10
- 20 gotas de extracto de centella asiática
- 20 gotas de tintura de mirra
- 20 gotas de extracto glicerinado de rosa damascena
- aa.ee de geranio de egipto, rosa damascena, sándalo y mirra
- 25 gotas de conservante Sharomix al terminarla.
Importante, hay que comprobar el PH, que esté entre 5,5 y 6,5 como máximo.






Espero que os guste y os animéis a hacerla. Si tenéis en cuenta los tantos por ciento, podéis cambiar todos los componentes. Con agua destilada, un aceite y un emulsionante podemos hacer una crema muy buena. Dependiendo de nuestro tipo de piel, buscaremos un aceite u otro. Y si le queremos añadir propiedades, podemos usar algún activo. Por supuesto, no hace falta usar todos los que yo he usado, ni mucho menos. O también podéis añadirle otros, como cafeína, elastina, etc. Lo importante es empezar.
Hasta pronto. Un abrazo.


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