JABÓN DE ALOE VERA Y DOS ARCILLAS

Volvemos al blog y a Youtube, esta vez con un jabón. Es un jabón formulado a partir de unos aceites en concreto y un ingrediente principal como es el aloe vera. 

Qué decir del aloe vera que ya no se haya dicho... en nuestro jabón actuará como humectante e hidratante, a la vez que ayudará a limpiar las impurezas de nuestra piel. Para trabajar con él en la elaboración del jabón, usé dos hojas grandes de aloe; las lavé, las dejé en agua durante veinticuatro horas, para eliminar al máximo la aloína (sustancia contenida en el acíbar de la planta, que puede resultar irritante o laxante si se ingiere), y pasado ese tiempo terminé con el proceso de extraer el gel de las pencas y pasarlo por la batidora... Para conservarlo lo congelé... Y así fue como sustituí el agua de la solución de líquido y hidróxido de sodio, por el aloe congelado. Es la manera de que no pierda propiedades, por la reacción exotérmica del hidróxido de sodio...


Por la parte de las grasas, únicamente se utilizó aceite de oliva, aceite de coco, manteca de karité, aceite de almendras dulces y aceite de argán. 

Es una mezcla que da como resultado un jabón que, aunque terminará siendo duro, de entrada costará de que adquiera esa dureza, y tardaremos más en poder cortarlo. Normalmente se suele añadir alguna manteca más o algún aceite que aporte consistencia, como pueden ser la manteca de cacao o el aceite de ricino... También se podía haber usado alguna cera (de abejas, de carnaúba...) o ácido esteárico... Pero se formuló únicamente a partir de lo mencionado más arriba. La fórmula quedaba equilibrada, aunque fallaba un poco en dureza. Por lo demás, no tenía que haber ningún problema. No obstante, al poder contar con arcillas, que le dan un poder aglomerante, decidí utilizar unos pocos gramos, tanto de arcilla blanca como de arcilla verde, para no tener que utilizar otros colorantes para nuestro jabón.

Se trataba, a la vez, de utilizar alguna técnica, y pensé en la técnica de la pluma escondida. El resultado no ha sido espectacular, pero no se puede menospreciar. 

Así que, ahora, se puede ir a ver el paso a paso a mi canal de Youtube, no sin antes dejar aquí la fórmula que se utilizó:

260 g de aceite de oliva
115 g de aceite de coco
  80 g de manteca de karité
  30 g de aceite de almendras dulces
  20 g de aceite de argán
  12 g de arcilla blanca
  12 g de arcilla verde
162 g de jugo de aloe vera congelado
  68 g de NaOH (hidróxido de sodio)
  20 g de mezcla de aceites esenciales: 12 g de lavanda, 6 g de nerolí, 2 g de patchouli

            8% de sobreengrasado - 30% de concentración 

No se deja para la traza ningún aceite (ni tan siquiera los esenciales), pues considero que el sobreengrasado, en la saponificación en frío, siempre es una mezcla de todos los aceites que se emplean. 

Ya sin más, me despido hasta la próxima. Un abrazo a todos.




  

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