Parrilla de cuarzos o mandala de cristal


Es habitual encontrar terapeutas de Reiki que usan cristales para la sanación. Normalmente se suelen usar para ayudar a desbloquear o potenciar los chakras, ya que los cristales son excelentes aliados en lo que se refiere a la transmisión de la Energía Universal y la Energía de la Tierra. Y para eso se utilizan rodados planos de colores afines con cada uno de los siete chakras. También suelen utilizarse para desbloquear corazas musculares en la espalda, para limpieza y polarización de la columna, para aliviar dolores focalizados, incluso para elevar el nivel energético de la persona tratada en el caso de distintos tipos de dolencias físicas, psíquicas y emocionales, ya sea en crisis y depresiones, o bien armonizando el sistema energético general (aura, cuerpos sutiles, centros y órganos físicos), etc.
En contacto con la energía universal, los cristales se amplifican y el paciente recibe una activación mucho más intensa y concentrada, siendo más eficaz la labor del terapeuta.

Por otro lado, los cristales también tienen la propiedad de ser capaces de absorber y mantener pensamientos e intenciones, con lo cual es posible programarlos para emitir Reiki, incluso a distancia (a partir de tener el segundo nivel de Reiki con el símbolo de transmisión a distancia). Así, la energía podrá ser canalizada hacia personas o situaciones determinadas. Y los resultados son igualmente satisfactorios.
Se construye, a tal efecto, una mandala, o parrilla de cuarzos, disponiendo los cristales en la forma adecuada. Se les programará y se les asociará a la energía universal de tal manera que permita que la emanación de la energía se transmita durante un período aproximado de 72 horas con la misma intensidad.

Construcción de la parrilla

En primer lugar hay que adquirir los cristales que formarán nuestra mandala. Normalmente utilizan puntas de cuarzo transparente. De estos hay que poner seis, alrededor de otro cuarzo que se situará en el centro. Este centro será el cuarzo generador, algo mayor de tamaño, o una pirámide, o incluso una esfera de cuarzo transparente, como la que muestro en mi foto. Además, se utilizará otro cuarzo como cristal maestro.
Hay que limpiar los cristales antes de usarlos. Existen varios métodos de limpieza, que ya se han explicado en otro artículo.
Conviene, entonces, buscar el lugar adecuado para colocar la parrilla; yo la he ubicado en una caja con un fondo azul (que representa el infinito), y este fondo que he utilizado es de un material antideslizante, que así hace que los cristales no se muevan una vez colocados. Debajo de esta caja, o del paño o cartulina azul utilizado como fondo, se colocarán las peticiones necesarias y concretas. Estas peticiones también pueden ponerse debajo del cuarzo central. Es posible, asimismo, utilizar como fondo de la parrilla Hexagramas o Antahkaranas (ver ilustraciones).


Los seis cristales menores se ponen en círculo alrededor del cristal central con espacios iguales entre todos. Los cristales tendrán pequeñas diferencias en forma y tamaño pero pueden disponerse en pares con formas y tamaños más parecidos pan armonizar la mandala. El cristal maestro se pone fuera del círculo y se usa para cargar la mandala.
Una vez ya dispuestos, se debe aplicar Reiki a cada uno de los ocho cristales, empezando por el cuarzo maestro, durante al menos quince minutos, programándolo con el propósito de que proporcione amor, curación y transformación. Se trazan los diferentes símbolos de energía Reiki (según el nivel de Reiki que se tenga, siempre a partir del nivel II), empezando por el de poder, con sus respectivos mantras, y posteriormente se cargan los otros cristales de la parrilla, durante un período de entre unos cinco o diez minutos cada uno.
Una vez que todos los cristales están en posición y cargados, conviene visualizar una conexión entre cada uno de ellos e informarles que están construyendo una mandala para mandar Reiki las veinticuatro horas del día. Formular entonces las peticiones necesarias y colocarlas en el lugar adecuado.
Hay que seguir cargando la parrilla con Reiki cada día, aunque ya de forma general, durante unos cinco minutos aproximadamente. En el caso de que pasen setenta y dos horas después de la última carga energética habrá que comenzar de nuevo el proceso, pues la parrilla se habrá descargado.

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