Hola, hola, hola… ¿Qué podéis encontrar
en el vídeo de hoy?
En este caso he realizado una pasta de dientes casera, que
suelo realizar habitualmente, y que por lo general mezclo las cantidades un
poco “a ojo”. Como veréis, no doy cantidades en gramos, sino en cucharadas o
medias cucharadas. Me he acostumbrado a hacerlo así debido a que, dependiendo
de la temperatura ambiente, unas veces sale más líquida y otras veces más
espesa, por lo que agrego más arcilla, o por el contrario más cantidad de
infusión, o glicerina (aunque intento no ponerla si la textura me parece
buena), según sea el caso. (No obstante, en la receta que dejo en el vídeo sí que pongo cantidades, por si os es más cómodo.)
El recipiente es un tarro de
cristal previamente lavado y desinfectado. Y para poner la pasta en el cepillo
de dientes utilizo un palito de helado comprado en bazar. No hago mucha cantidad
de una vez porque así me aseguro de que no se me estropee, aunque nos dura de
tres a cuatro semanas largas. Y en casa cada cual tiene su frasquito con su
pasta adecuada. Normalmente las personalizo con aceites esenciales, o incluso
con flores de Bach, según necesidad, ya que si hay inflamación de encías, sangrado, o incluso visita al dentista, merece la pena incluir una fórmula floral de Bach. ¡Ah! Un apunte por si os lo estáis planteando: me comentó un médico homeópata, en quien tengo puesta toda mi confianza, que el aceite esencial de menta no interfiere con la homeopatía.
Infusión de salvia: Nos ayudará para
todas las afecciones de la boca, ya que es antiinflamatoria, antifúngica y
cicatrizante. (Suelo poner de dos a cuatro cucharadas colmadas una vez colada
la infusión).
Infusión de caléndula: Al ser
antiinflamatoria, antibacteriana, cicatrizante y antiséptica, nos ayudará para
cualquier afección en la boca.
1 cucharada de aceite de coco: Combate la
placa dental, y la caries, ayudando también a eliminar hongos y bacterias.
1 cucharada de arcilla blanca de uso
interno: alcaliniza el medio y la saliva y reduce la sensibilidad de los
dientes; cuida el esmalte y actúa contra la caries. Fortalece las encías,
ayudando a remineralizarlas y hacerlas resistentes y fuertes. Impide la
proliferación de bacterias y combate el mal aliento.
1 cucharada de carbonato cálcico: Ayuda a
destruir la placa bacteriana sin causar daño en el esmalte de los dientes.
½ cucharada de Polvo de siwak (ayurveda).
Purifica, combate el mal aliento, protege y alivia las encías sensibles, evitando
el sangrado y ayuda a blanquear los dientes.
½ cucharada de xilitol. Actúa como
edulcorante, previene las caries,
actúa contra la placa bacteriana y ayuda a mejorar el aliento, siendo, además,
un buen regenerador del esmalte dental.
¼ cucharada de bicarbonato sódico. Cada vez hay más defensores del bicarbonato
sódico para ayudar a mantener una boca sana; ayuda a equilibrar el pH, ya que
el de la saliva es por naturaleza ácido, y el bicarbonato es alcalino. Como no
ponemos mucha cantidad en nuestra formulación, no es abrasivo para el esmalte
dental. Y nos ayuda también en la eliminación de hongos y bacterias, con lo que
actúa también contra el mal aliento.
Extracto de semilla de pomelo (5 gotas,
añadida a la infusión). Actúa como conservante, y ponemos solo cinco gotas para
que actúe como tal frente a proliferación de hongos y bacterias. No considero
necesario poner más ya que la cantidad de pasta de dientes que realizo, unos 40
g, se termina en tres o cuatro semanas como mucho.
Aceite esencial de mirra: antibacteriano, antifúngico.
Aceite esencial de menta: refrescante, para mejorar la sensación del aliento en boca.
Espero que os sirva y que os animéis a hacerla. Un abrazo y hasta la
próxima. Os dejo con el vídeo de la preparación.
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