Adularia o Piedra de Luna

Cuando empecé el apartado de Minerales y gemas la intención era, y sigue siendo, incluir pequeñas descripciones de los minerales y piedras semipreciosas más atrayentes y apreciadas por quienes nos sentimos fascinados por el mundo mágico de las piedras. Posiblemente quedarán muchas en el tintero, y también posiblemente faltarán muchos datos acerca de cada una de ellas. En fin, la intención es dar una pequeña pincelada y si con esta contribución se logra interesar a alguna persona en este fascinante mundo, pues ya habrá servido para algo. La idea será ir un poco en orden, así que para establecer algún criterio he escogido el alfabético.

Adularia o Piedra de Luna

La Adularia, o Piedra de Luna es un feldespato alcalino de color blancuzco y también la piedra más apreciada de la familia de los feldespatos. Su color es blanco lechoso translúcido y su apariencia plateada o nacarada se conoce como “adularescencia”.  Esta palabra, junto con la denominación adularia, deriva de Adula, nombre del macizo alpino en que se descubrió la gema. Se localiza en grietas montañosas, principalmente, y puede presentarse con una fina capa de mineral clorita que le proporciona un tono verdoso.



Propiedades

Quizá sea la única piedra capaz de captar el estado de ánimo de las personas y las energías que impregnan un ambiente y manifestarlo cambiando ligeramente de tonalidades. Si la energía que desprende la persona con la que está en contacto es positiva, la Adularia siempre muestra unas tonalidades azules o violetas

mucho más intensas, con más luminosidad y viveza. Si la energía, en cambio, es negativa, la Adularia pierde su brillo intenso y su luminosidad y se oscurece hasta adoptar unas tonalidades parduzcas.

Tal y como el nombre de Piedra de Luna sugiere, esta gema está fuertemente conectada con la Luna. Se la conoce como piedra espiritual, pues ayuda en el proceso de crecimiento interior, ya que es una piedra que nos hace reflexionar y también nos ayuda a calmar las emociones, con lo cual ayuda a mejorar la inteligencia emocional.  Puesta sobre el plexo solar expulsa los viejos patrones emocionales para que puedan ser comprendidos y de esta forma neutralizarlos. Fomenta el sueño lúcido, especialmente en luna llena.

Físicamente la adularia afecta al ciclo reproductor femenino, y alivia las dolencias menstruales. Se la vincula a la glándula pineal y equilibra el sistema hormonal. En algunos lugares se la denomina Piedra de la Madre Tierra, porque protege contra la esterilidad y las dificultades del parto haciendo que las mujeres sean fértiles y los nacimientos felices.

Es la gema de los nativos del mes de junio. Símbolo de amor. Se la localiza fácilmente en Sri Lanka, Myanmar (ex Birmania), Madagascar, Australia y Estados Unidos (particularmente Hawai).