Tratamiento Reiki en paciente

Tratamiento base

El tratamiento base actúa sobre la raíz de los problemas, por lo que es muy recomendable realizar cuatro sesiones en días o bien consecutivos, o bien alternos. El proceso de curación suele empezar por lo general durante el tercer día de tratamiento. Es muy probable que, llegados a este punto, las dolencias del paciente puedan agudizarse y que los síntomas, a veces camuflados por los medicamentos, si los tomara, afloren con mayor intensidad. Esto podría alarmar al paciente, pero hay que avisarle que éste es un fenómeno normal durante la fase de curación.

COMO PREPARARSE

El ambiente

Cuando se efectúa un tratamiento en un paciente es muy importante estar cómodos, lo ideal sería tener una camilla ya que se deben evitar posturas forzadas por parte del terapeuta. No es indispensable, aunque si recomendable, que la habitación de trabajo sea lo más apacible posible, procurando que la luz sea tenue, evitando todo aquello que pueda interrumpir la sesión, y evitar el ruido excesivo. Es aconsejable poner una música agradable que ayude a la relajación, así como también es recomendable quemar alguna varita de incienso.
Lo ideal es una habitación consagrada al Reiki, la cual generalmente queda cargada con energías y pensamientos positivos, que favorecen la solución a nuestros problemas. En esta habitación es muy importante tener siempre una actitud muy positiva. Esta forma de pensamiento se verá reforzada con cada tratamiento que efectuemos. La música que utilicemos debe ser muy suave. Algunas en el mercado son específicas para este tipo de tratamiento y llevan incorporado un sonido de una campana cada tres minutos, que sirve de ayuda durante la terapia para ir cambiando de posición (ya lo he explicado esto en el autotratamiento). Si bien no es indispensable, debemos tener muy en cuenta el factor psicológico positivo que todo esto conlleva para el paciente.


La meditación

La meditación es un ejercicio espiritual de crucial importancia en nuestro camino para conectar con las energías cósmicas universales.  En la medida que concentremos nuestros pensamientos seremos capaces de dirigir la energía que emana de ellos. La meditación en sus diversas modalidades nos posibilita el reencuentro con la totalidad, en la meditación  expandimos  y afirmamos  nuestra  consciencia  y profundizamos  en nosotros mismos.


El centrado del corazón

Se efectuará siempre antes de cada terapia, cruzando nuestras manos a la altura del corazón y en medio del pecho. Esto se hace para armonizar nuestro chakra del corazón con la Energía Universal, invocando a dicha energía para conectar con ella. Cuando la sintamos llegar y la notemos en nuestras manos podemos comenzar la sesión. Si la persona a tratar también estuviera iniciada efectuará junto a nosotros el centrado del corazón.

La actitud personal

Es recomendable no llevar objetos que obstaculicen el tacto terapéutico. Es aconsejable vestir ropas cómodas y a ser posible blancas. No deben llevar, ni el paciente, ni el terapeuta, los relojes.
Es indispensable, además de tener la limpieza personal adecuada, lavarse las manos inmediatamente antes y después de la terapia. Nuestras manos entran en contacto con multitud de objetos y personas y por ello acumulan en si mismas infinidad de partículas que aunque invisibles al ojo humano pueden afectar a la salud. Si no se dispusiera en ese momento de agua se puede recurrir a la llama de una vela blanca. Bastará que pasemos nuestras manos por encima de ella.
Debemos conseguir que el paciente se sienta en todo momento lo más cómodo posible. Para ello, deberemos aseguramos que el paciente prescinda de los objetos que pudieran molestarle durante el tratamiento. Obviamente si éste se realiza en una camilla deberá descalzarse y en todo caso desabrocharse aquellas prendas que pudieran oprimirle e impedirle una relajación profunda. Hay que evitar el frío y el calor excesivos.

Las manos en Reiki

Las manos en Reiki son muy importantes porque actúan como receptoras y  como trasmisoras de energía. Al efectuar un tratamiento las manos del trasmisor perciben el estado energético del cuerpo del receptor recogiendo diferentes sensaciones. A su vez permiten el paso de la Energía Vital universal a través de ellas.

Las manos como emisoras

Para alcanzar la máxima efectividad durante el tratamiento de Reiki se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones con respecto a la posición de las manos:

-  Las manos deben colocarse sin hacer ningún tipo de presión sobre el que recibe la terapia. En forma de cuchara y el contacto debe ser suave y  delicado.

- Los dedos deben mantenerse en contacto, en el momento de situar las manos.

 - Al cambiar de posición debe tenerse cuidado de no hacerlo de manera brusca. Se ha de cambiar la posición de forma paulatina, primero una mano y luego la otra.

- No es necesario llevar un orden predeterminado de la posición de las manos. Es verdaderamente importante dejarse llevar por la intuición.

- La duración del contacto debe ser por lo menos de tres minutos en cada zona del cuerpo.  La duración  máxima  debe decidirse,  asimismo,  en función  de la intuición.

Las manos como receptoras

A través de las manos se pueden llegar a percibir sensaciones que correctamente interpretadas pueden ayudar a dirigir la energía sobre los puntos más necesitados de ésta en el paciente o receptor.


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