El Reiki como camino espiritual

El Reiki, ciertamente, es un buen camino espiritual. Cuando yo empecé a iniciarme en Reiki, no tenía ni idea de hacia adónde me llevaría, pero pronto lo averigüé. El  descubrimiento interior, el encontrarse con uno mismo, es tan fácil con el Reiki como puede serlo con otra disciplina como el Yoga, el Tai-chi, el Zen, etc. La decisión de trabajar con el Reiki es algo personal. Si se emplea únicamente el Reiki como fuerza curativa, sin reflexionar acerca de la evolución espiritual, los procesos curativos se verán únicamente limitados al ámbito físico. Por lo tanto, hay que tener verdadera voluntad en el proceso del crecimiento personal, poniendo especial atención en los problemas estructurales de la propia personalidad. El contacto regular con la Energía Vital Universal pondrá en marcha los procesos mentales y espirituales de nuestra evolución.

La Energía Vital no es bipolar, por lo tanto los procesos de cambio siempre apuntan hacia la unidad y la armonía, pero esto hay que trabajarlo. La esencia de todo es el Amor. Los contactos regulares con la Energía tienen efectos relajantes y ponen en marcha procesos de desintoxicación a todos los niveles, y acaban por llenarnos de Energía Divina. Cuando centremos la atención en la superación de las estructuras problemáticas de nuestra personalidad seremos capaces de reorientar nuestras vidas dentro del contexto cósmico.

Cada grado del Reiki nos abre nuevas perspectivas y brinda nuevas posibilidades de evolución, por lo que se puede trabajar nuestro propio desarrollo en cada uno de los grados sin que ninguno de los anteriores quede obsoleto. En cada grado el desarrollo de la personalidad pasa por tres niveles: el de la Verdad, el del Amor y el de la Comprensión. A través de la meditación nos iremos conociendo mejor y seremos capaces de vernos con mayor realismo (Verdad). Y aunque no nos guste debemos amar esa verdad, comprenderla y aceptarla, para así transformar esta deficiencia en positividad. Y si somos capaces de hacer esto, los desbloqueos permitirán que la luz entre en nuestro interior (Amor). Así, nuestra personalidad será más completa y dispondremos de más recursos para cumplir mejor con nuestras tareas en la vida, sabiendo aportar nuestro talento colaborando con los demás, lo que nos conducirá a una mayor comprensión de nuestro yo (Comprensión), alcanzando un alto nivel vibratorio que nos permitirá acceder a un nivel superior.