Ajo

En catalán all

Pertenece a la familia de las liliáceas, y su nombre científico es Allium sativum. Originario de Oriente (India o Asia Central), el ajo es cultivado en todo el mundo. Podemos tener nuestra plantación de ajos en el jardín, en maceta o jardinera, aunque habrá que tener cuidado de no poner muchos dientes de ajo en una misma maceta, pues de cada uno de ellos nacerá una planta. Se plantan en diciembre y no se recogen hasta más o menos la misma época. Si los sacamos antes obtendremos ajos tiernos, pero si tenemos paciencia y los dejamos más tiempo podemos obtener varias cabezas de ajo, aunque según el tamaño de la maceta quizá no serán muy grandes, pero sí aceptables de tamaño.

Propiedades del ajo

Toda la planta contiene un aceite esencial muy oloroso, compuesto de aliicina, sulfuros, dialilo, un enzima (la aliinasa), diversos fermentos, vitaminas A, B1 y B2 y nicotilamida.

La esencia ejerce una acción irritante en la piel y las mucosas gástricas. El ajo es estomacal, antiespasmódico, carminativo, antiséptico, diurético y expectorante. También es febrífugo y actúa contra la hipertensión, evitando de este modo la arterioesclerosis.

El ajo es utilizado bajo diferentes formas: aceite, extracto, maceración, grageas, etc. En homeopatía se prepara una tintura del bulbo fresco.


Las virtudes culinarias del ajo son muy reconocidas y no se concibe una despensa de cocina en la que no se encuentren cabezas de ajo. El ajo va bien con tantos platos que sería imposible mencionarlos todos ellos. El ajo realza el sabor de champiñones, patatas, sopa de pesto, sopa minestrone, pisto, verduras, tortillas, huevos fritos, puré de bacalao, mejillones rellenos, caracoles, quesos frescos y muchos más.

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