Autoestima alta versus autoestima baja

Seguimos con la serie de posts relacionados con el tema “Sentirse bien…” Como ya hemos dicho anteriormente, lo primordial es sentirse bien con nosotros mismos. Esto depende de varios factores, y entre ellos, uno de los importantes es tener una autoestima alta. De eso no cabe la más mínima duda. Pero claro, no basta sólo con decirlo, hay que conseguirlo, y no siempre es fácil. Vamos por pasos:

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es el amor hacia uno mismo, el sentimiento de aceptación y aprecio, el respeto por uno mismo y la auto valoración positiva. El concepto que se tiene de uno mismo no es algo heredado, sino aprendido del entorno, mediante la valoración que uno hace de su comportamiento y de la asimilación e interiorización de la opinión de los demás respecto a uno mismo.

¿Por qué es importante tener una buena autoestima?

La importancia de una autoestima alta radica en que nos impulsa a actuar, a seguir adelante y nos motiva para perseguir nuestros objetivos. Cuando se tiene una autoestima alta, uno se siente bien consigo mismo; se considera al mando de la propia vida.  Por el contrario, cuando se tiene una autoestima baja, se muestra inseguridad, falta de credibilidad en sí mismo, y no se pueden alcanzar las metas propuestas, pues la persona se encuentra incapacitada para resolver situaciones conflictivas, se tiene gran sentimiento de culpabilidad y uno mismo se inhibe para participar activamente en determinados roles sociales.

¿Cómo es posible mejorar la autoestima?

Ante todo es necesario conocer cómo funcionamos, es decir, cuáles son nuestros puntos fuertes y aspectos positivos y cuáles son nuestras limitaciones. A partir de esta valoración, decidiremos qué aspectos deseamos mejorar y cuáles reforzaremos. Y es importante no caer en autolamentaciones cuando encontremos nuestros puntos débiles. Simplemente, hay que intentar mejorarlos.

Hay que dejar de tener pensamientos negativos sobre uno mismo. Cuando pensamos en negativo deseamos más de lo mismo. Nuestros pensamientos atraen hacia nosotros aquellas situaciones en las cuales enfocamos nuestra energía. Estaría bien que al final del día fuéramos anotando ideas, por ejemplo, que nos hagan sentir felices. Y por la mañana, desayunando, por ejemplo, no estaría de más repasar estas ideas. Esto contribuirá a tener pensamientos positivos.

Conviene ponerse como objetivo el logro en vez de la perfección. No hay nadie perfecto en este mundo; buscar la perfección nos conduce a una baja autoestima; en cambio, pequeños logros suman autoconfianza y nos hacen estar contentos y satisfechos con nosotros mismos. No hay que ser muy ambiciosos en las metas que nos propongamos. Superar pequeñas etapas para conseguir llegar con buen fin a la meta es casi más satisfactorio que llegar a la meta sin resuello.

Hay que considerar  los errores como oportunidades de aprendizaje. Hay que aceptar que se comenten errores porque todo el mundo los comete. Los errores forman parte del aprendizaje.

Importante cuidar de la salud. Encontrarse bien físicamente es primordial. Mens sana in corpore sano. Hacer ejercicio, comer sano (no hace falta indicar dietas que luego son muy difíciles de seguir), seguir alguna técnica de relajación o anti-estrés, escuchar música adecuada… en fin, todo aquello que nos ayude a estar mejor.

Hay un sinfín de técnicas que nos ayudarán a estar mejor, y a pensar en positivo, y casi sin darnos cuenta habremos mejorado nuestra autoestima. En este mismo blog ya se han nombrado unas cuantas: Reiki, por cuanto nos ayuda a sanar el cuerpo físico y el emocional, sobre todo, técnicas de respiración, técnicas de liberación emocional (EFT), cromoterapia, meditación, etc. Sólo hace falta ir encontrando las más adecuadas para autoafirmarnos en la confianza de que posiblemente no habrá nadie (salvando a nuestros padres) que nos pueda querer más que nosotros mismos, y nos debemos a ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario