La Ley de la Atracción SÍ funciona

Imagino que a estas alturas todos cuantos leáis este artículo conocéis la película o el libro “El Secreto”. En él se afirma que todo lo que deseamos lo podemos conseguir. Sólo basta con desearlo. Ciertamente no es tan fácil, porque es mucha la gente que conozco que dice que esto es un cuento chino, que no funciona, que llevan tiempo deseando tal o cual cosa y que no se materializa.

Yo afirmo que sí funciona.

La Ley de la Atracción, como su nombre indica, atrae aquello que deseas. De todas formas no es tan sencillo como simplemente desearlo.  Hay más cosas a tener en cuenta.

Para demostrar que funciona un ejemplo claro. Imaginad un niño pequeño, un tanto traviesillo, que va con su madre por la calle. El niño no para de soltarse de la mano de la madre y juega, por ejemplo, a hacer equilibrios sobre los bordillos que rodean los árboles. La madre le insiste en que deje de hacerlo y le empieza a repetir que se va a caer. Patam! El niño se cae, y no solamente se hace daño al caer sino que recibe un coscorrón de su madre con el consiguiente: “Ya te lo decía…”  


 
Lo cierto es que solemos atraer más cosas malas que buenas. Y eso tiene una explicación. Empezaremos por decir que el poder del inconsciente es inmenso. Desde que nacemos, la mayoría de nosotros, crecemos en una familia en la que hay que esforzarse y trabajar duro para todo. Si queremos llegar a ser personas de provecho en nuestra sociedad tenemos que sacar buenas notas en el colegio, instituto, universidad… si no, estamos abocados al fracaso. Es decir, hay que trabajar y muy duro para tener alguna recompensa. Y la realidad es que en nuestro inconsciente ha anidado (y de qué forma) la idea de no merecemos las cosas de regalo, “no nos regalan nada”. Ahí es donde topa la Ley de la Atracción. En nuestro subconsciente. Para que la Ley de la Atracción nos funcione de forma positiva es imperativo cambiar estas creencias limitantes.

Conozco el caso de una persona a la que tocarle la Primitiva fue más un castigo que una bendición. No supo gestionar lo que se le vino encima, seguramente más que gestionar no estaba preparado emocionalmente para tener cuanto deseara económicamente, y tanto los beneficios económicos que podía haberle reportado el premio, como las relaciones con su familia se derrumbaron en un santiamén. Su bagaje emocional negativo jugó en su contra, como nos puede pasar a la mayoría de las personas. Con lo cual tenemos claro que nuestras emociones juegan un claro papel en el secreto de la Ley de la Atracción.

Hay personas, no obstante, que en su forma de pensar son muy positivas, y a estas personas la ley de la Atracción les funciona de forma innata. La vida les va poniendo delante lo que necesitan para ser felices, para triunfar, etc. Por desgracia no son la gran mayoría.

Para los que no tenemos la dicha de que nos funcione la Ley de la Atracción de la forma tan positiva como quisiéramos, cambiar emociones negativas por emociones positivas sería un buen comienzo. Pensar que “tenemos lo que nos merecemos”, etc., no beneficia en nada. Hay que ser optimistas y pensar que podemos cambiar nuestra realidad.

Mejorar nuestra economía, nuestras relaciones sociales, familiares, incluso cambiar de ciudad o cambiar de coche… pueden ser algunos de nuestros deseos.

Fabricar la realidad que uno desea realmente no es una cosa fácil y que se pueda conseguir sin un conocimiento más o menos amplio de los aspectos que están relacionados en dicho proceso por lo que no quiero extenderme aquí en dar recetas interminables para que nos funcione la Ley de la Atracción, ya que no soy una experta (en Internet podemos encontrar unas cuantas personas que nos ofrecen cursos para mejorar nuestras vidas); yo simplemente quiero dejar unos apuntes para dar pie a profundizar en ello más adelante, si se tercia. Lo que he podido constatar hasta el momento es lo que sigue:

Básicamente, si tenemos las emociones adecuadas estaremos elevando nuestra vibración y, por tanto, poniéndonos en la frecuencia correcta para aumentar así el poder de atraer todo lo que queremos. Pero no es fácil, por ejemplo, estar todo el tiempo alegre para mantener un buen nivel de vibración. Aunque hay que intentarlo. Así que… cuando notemos que estamos algo bajos, pensemos en una canción que nos gusta, por ejemplo y pongámonos a tararearla. Nos elevará el ánimo.

La meditación nos ayudará a escucharnos más a nosotros mismos, a nuestro Ser interior,  no a nuestro Ego, con lo cual podremos ser más consecuentes con nuestras decisiones, sabiendo que serán las adecuadas. Escucharnos a nosotros mismos y escoger lo que realmente queremos ser y tener nos ayudará a tomar el control y sanar nuestro Ser.

También hará que cambie la percepción de nuestra realidad el tomar consciencia de lo bueno que ya tenemos, en este mismo instante y disfrutarlo, además de mostrar gratitud por ello. Esto nos animará a seguir avanzando para conseguir nuestras metas.

Y muy importante, para no extenderme más, cuando planteemos nuestros deseos tenemos que manifestarlos en tiempo presente, como si ya fueran realidad.

Espero, con este post, haberos puesto el caramelito en la boca para poder investigar y avanzar en la creación de la realidad que queremos.


5 comentarios:

  1. Segur que estàs desitjant que facin un comentari, doncs aquí el tens. Em sembla molt bé.

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  2. Veus com funciona? Ho estava desitjant, jeje. No sé qui ets, però m'ho imagino. Podries identificar-te. Una abraçada.

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  3. Hola Roser, vull que sàpigues que cada cop hi ha mes gent (joves també, com jo, 18 anys) que creu realment en això i els hi funciona. Si tinc algun dubte espero poder consultar-ho aquí.

    PD: Prefereixo mantenir-me en anònim.

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    1. Realment m'agrada molt que encara que sigui de forma anònima em deixeu comentaris com aquest. És clar que funciona, i de quina manera! Aquests dies estic fent unes altres coses i no em dedico gaire al blog, però intentaré aprofundir en aquest tema i desenvolupar-lo una mica més. Endavant i sobre tot a enfocar-se en el present! El que volem ja ho tenim!

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