Más sobre Reiki

Desde el momento en que nos iniciamos en Reiki, primer nivel, nuestra vida cambia. Algo ha cambiado dentro de nosotros; empezamos a sentirnos mejor con nosotros y con el resto de las personas. Nos damos cuenta de que Reiki es poderoso, no solo puede sanarnos física, emocional, mental y espiritualmente, sino que además nos proporciona las herramientas para ayudar a sentirse bien a los demás y a sanarles o, en el peor de los casos, a aliviarles (hay que tener claro que el Reiki no puede ni debe sustituir a la medicina convencional, aunque puede ser un complemento de la misma). Médicamente está demostrado que el Reiki mejora el nivel de vida y de satisfacción de los pacientes, reduce la presión sanguínea, disminuye el ritmo cardíaco y respiratorio, frena las hemorragias y reduce el estrés.
Si tomamos como base que todo lo creado está formado por átomos que vibran en distintas frecuencias y que  cada ser vivo u objeto tiene su propia vibración, no nos será difícil imaginar que el Reiki es eficaz, también, sobre cualquier cosa, ya que la energía penetra en su campo magnético y actúa sobre él.
Las plantas y los animales son sensibles al tratamiento con Reiki, por ello, si trasmitimos energía a las semillas, a los tallos o a cualquier otra planta en conjunto observaremos como el Reiki potencia su crecimiento. (Para dar energía a la planta, lo mejor será hacerlo desde la maceta o la tierra).
Por otro lado, el tratamiento a los animales se desarrolla exactamente igual que se aplica a las personas. Pero debido a que los animales prácticamente no tienen bloqueos energéticos, absorben la energía con más rapidez que las personas, por lo que la duración de los tratamientos deberá ser menor. En el caso de los perros y gatos se levantan y abandonan la estancia cuando consideran que ya no necesitan recibir más.
También podemos dar energía Reiki a los alimentos para neutralizar o eliminar los elementos negativos. Si sabemos que los alimentos han estado tratados con conservantes, es posible que estén faltos de las enzimas que nos aportan vitalidad. Podemos suministrar energía al agua que bebemos simplemente colocando las manos alrededor de la botella de la que vamos a servirnos.
Está especialmente indicado hacer Reiki a los medicamentos antes de tomarlos. Así, los hacemos más compatibles con nuestro organismo y evitamos posibles efectos secundarios adversos.
También podemos cargar energéticamente objetos o lugares. E incluso limpiar los lugares que estén cargados de negatividad. Y es importante proteger nuestro hogar y habitaciones con Reiki.

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